viernes, 27 de noviembre de 2015

jueves, 26 de noviembre de 2015

Ropa de invierno

¡Empieza el frío! Nos irá bien repasar el vocabulario de la ropa de invierno...


miércoles, 25 de noviembre de 2015

¿Los hispanos hablamos idiomas distintos?

¡Por supuesto que no! Pero también es evidente que hay distintas variedades de español. Si tienes previsto viajar a algún país hispanohablante, lee este artículo para aprender las particularidades del país que vas a visitar.



martes, 24 de noviembre de 2015

Canción de los animales

Hoy tenemos una canción infantil para descubrir los animales y repasar las partes del cuerpo y los adjetivos.



La lechuza tiene ojos redondos, ojos redondos. La lechuza tiene ojos redondos.
La jirafa tiene cuello alargado, cuello alargado. La jirafa tiene cuello alargado.
Todos los animales son distintos, cada uno tiene su forma y color.
Todos los animales son distintos, cada uno tiene su forma y color.

El elefante es muy grande, es muy grande. El elefante es muy, muy grande.
El ratoncido es tan chiquito, es tan, tan chiquito. El ratoncito es tan, tan chiquito.
Todos los animales son distintos, cada uno tiene su forma y color.
Todos los animales son distintos, cada uno tiene su forma y color.

El flamenco tiene patas largas, tiene patas largas. El flamenco tiene patas largas.
La cebra es blanca y negra, blanca i negra. La cebra es blanca y negra.
Todos los animales son distintos, cada uno tiene su forma y color.
Todos los animales son distintos, cada uno tiene su forma y color.



jueves, 19 de noviembre de 2015

martes, 17 de noviembre de 2015

Hay dos días en la vida...

Os dejo aquí una canción perfecta para trabajar el pretérito perfecto simple ;-).



Hay dos días en la vida, de Jarabe de Palo

Hay dos días en la vida
para los que no nací
dos momentos en la vida
que no existen para mí,
ciertas cosas en la vida
no se hicieron para mí.
Hay dos días en la vida
para los que no nací.

El primero de esos días
fue cuando te conocí:
me atraparon tus mentiras
y me enamoré de ti,
del carmelo de tus risas,
de tu ganas de vivir,
de la crueldad de tus caricias
por las que creí morir.

Hay dos días en la vida
para los que no nací,
dos momentos en la vida
que no existen para mí,
ciertas cosas en la vida
no se hicieron para mí.
Hay dos días en la vida
para los que no nací

El segundo de esos días
fue justo el que te perdí:
se fue tu cara bonita
y mis ganas de vivir.
Se acabaron las mentiras,
de todo aprendí
que hay dos días en la vida
para los que no nací.

Hay dos días en la vida
para los que no nací,
dos momentos en la vida
que no existen para mí,
ciertas cosas en la vida
no se hicieron para mí.
Hay dos días en la vida
para los que no nací.

Me tragué todo el veneno
del que llevaban tus besos,
me empapé del sufrimiento
me escondía a tu sonrisa,
descubrí que con el tiempo
me perdí todo el respeto,
compraste mis sentimientos
con tus labios de carmín.

Hay dos días en la vida
para los que no nací,
dos momentos en la vida
que no existen para mí,
ciertas cosas en la vida
no se hicieron para mí.
Hay dos días en la vida
para los que no nací.

Y hay dos días en la vida,
dos momentos en mi vida...

Y hay dos días en la vida,
dos momentos en mi vida...

lunes, 16 de noviembre de 2015

Cuentos...

Para los alumnos de nivel avanzado, empezamos la semana practicando el imperativo... ¡y el imperativo negativo!

viernes, 13 de noviembre de 2015

El biblioburro

Descubre cómo se las apaña un maestro de una escuela rural colombiana para hacer llegar los libros y la cultura a sus alumnos de viven en las zonas más alejadas.


jueves, 12 de noviembre de 2015

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Lo mejor de cada barrio: La Latina

En este artículo, la revista Time Out nos presenta este conocido barrio de Madrid. Si piensas visitar la capital española, no te lo puedes perder:

Lo mejor de cada barrio: La Latina

Salir de cañas por sus bares y terrazas es una tradición entre los madrileños
La Latina es el barrio por excelencia de las cañas, las tapas, los mojitos y las terrazas, para incomodidad de algunos vecinos. Los fines de semana es casi imposible encontrar un hueco en sus abarrotados bares para comer o cenar, aunque los días laborables es un barrio común y corriente, con sus vecinos yendo a comprar al Mercado de la Cebada y los niños jugando en alguna de las numerosas plazas que hay en la zona. No te pierdas tampoco las bonitas iglesias y basílicas que se esconden en sus callejuelas.

De tapas y copas

La Latina es sinónimo de salir de cañas en Madrid. Los fines de semana es prácticamente imposible encontrar hueco en la barra de un bar o una mesa libre en alguno de sus muchos restaurantes. Las dos principales calles donde se localizan la mayoría de los locales son la Cava Alta y la Cava Baja, ubicación del mítico Casa Lucio, famoso por su plato de huevos estrellados. En verano, cuando caminar por sus aceras esquivando mesas y sillas es toda una odisea, las terrazas están abarrotadas. También encontrarás bares de copas y algún club de música en directo para salir por la noche.

Barrio tradicional

A pesar de que en los últimos años se ha convertido en uno de los barrios más populares (y caros) para vivir, La Latina forma parte del Madrid más antiguo y tradicional. Buena muestra de ello son sus restos de murallas, las grandes y pequeñas iglesias distribuidas aparentemente al azar por sus calles e incluso el viaducto de Segovia y la Puerta de Toledo, que marcan los límites el barrio. El Mercado de la Cebada, uno de los más grandes de Madrid, aúna a la perfección esa fusión entre lo tradicional y lo moderno que caracteriza esta zona.

Sus plazas

Si te alejas un poco de las principales calles del barrio, descubrirás que La Latina esconde una gran cantidad de plazas y plazoletas que son como un tesoro. La más conocida es sin duda la de La Cebada, pero merece la pena alejarse y encontrar otras como la de La Paja, la del Humilladero, la de San Andrés o la de Puerta Cerrada. El mejor momento para dejarte llevar por estas calles y plazas es una mañana entre semana, cuando la actividad del barrio se limita al quehacer de los vecinos, lejos de los ajetreados fines de semana.

Fiestas populares

Si hay una época del año para disfrutar del barrio en todo su esplendor es el verano. Desde que florecen las mesas, sillas, sombrillas y apurados camareros que corren de un lado a otro con las comandas, La Latina se convierte en lugar habitual de madrileños y algún turista bien informado. Las fiestas del barrio son famosas en toda la ciudad: la verbena de la Paloma se celebra en el mes de agosto con conciertos gratuitos al aire libre, concursos de chotis, alguna procesión y sobre todo mucha fiesta en las barras que los bares sacan a la calle. Un poco antes, en el mes de mayo, se celebran también las Fiestas de San Isidro, patrón de Madrid, en los Jardines de las Vistillas.
 Puedes leer el resto del artículo aquí.

martes, 10 de noviembre de 2015

Mis ojos

Hoy trabajamos el  vocabulario del cuerpo con la canción "Mis ojos" de Maná.

Gracias a Dios
que me dio mis ojos
que me dio mi boca
que me dio toda mi piel

Tengo dos piernas
para recorrer el mundo
por los mares más profundos
para llegar hasta ti.

Gracias al cielo
no olvido ponerme nada
tengo pies, tengo mi espalda
y también mi corazón.

Tengo dos manos
para recorrer tus muslos
tus colinas, tu cintura
para tocarte la piel.

Soledad, me estas matando;
me duele la piel por no tocarte,
regresa que me estoy muriendo,
de que me sirven mis ojos
si no te pueden ver.

Coro:
No te pueden ver, no te pueden ver,
mis ojos no te pueden ver.
No te pueden ver, no te pueden ver,
mis ojos no te pueden ver

Ay, mis ojos
no te pueden ver,
no, no, nooo,
no te pueden ver.

Tengo dos ojos
los que ven el universo
los que lloran por tu ausencia
y te buscan sin parar.

Soledad, me estas matando;
me duele la piel por no tocarte,
regresa que me estoy muriendo,
de que me sirven mis ojos
si no te pueden ver.

viernes, 6 de noviembre de 2015

Receta de la paella

¿Sabes cómo hacer una paella de conejo? En este vídeo nos lo explican.

jueves, 5 de noviembre de 2015

El cuerpo humano

Esta semana estudiamos el vocabulario del cuerpo humano. 
¡Atención! ¡Hay también expresiones vulgares (en naranja)!

miércoles, 4 de noviembre de 2015

La princesa Elena

En este artículo, partiendo de la princesa Elena, la periodista Bárbara Samaniego reflexiona sobre qué significa ser "latina" y nos explica qué es latinoamérica.
El original está publicado aquí.

Lo siento, pero puede ser que la nueva princesa de Disney, Elena, no cuente como latina

Yo no pensé en las connotaciones sociales de esta novedad hasta que llegué a mi casa y repasé mentalmente los artículos del día. Pensé en la princesa Elena y me pregunté: ¿cómo será recibida esta chica de tez morena y ojos profundos, que usa un extravagante vestido rojo y flores de colores en su pelo azabache? Como latina que soy, ¿podría sentirme identificada con esta chica?

Sí y no. Si porque también yo soy morena, y en ese sentido me reconozco más en Elena que en Rapunzel. Y no porque lamentablemente no tengo esos envidiables ojos almendrados, ni saldría vestida con ese atuendo a ninguna parte. Y es que claro, yo no soy una princesa. Soy periodista, soy chilena, soy latina, pero claro, no una princesa de Disney. Creo que el problema comienza ahí: las princesas de Disney no son como nosotras, y no deberíamos esperar una representación exacta. Me parece estupendo que una chica quiera ser como Blancanieves, y cuide su cutis y quiera a los animales, pero realmente, nadie iría por ahí vistiendo ese vestido extraño con mangas ni comiendo manzanas envenenadas. Y entonces claro, sin considerar la vestimenta y los accesorios de la guapa Elena, sí, yo sí que me identifico con ella.

Pero, qué pasa con una latina de tez clara? Mi compañera de cuarto tiene un hermoso cabello castaño claro que le llega hasta la cintura. Tiene alergia al sol, así es que, por lo general, nunca está bronceada. Pensándolo bien, mi compañera no se parece en nada a Elena, y es tan latina como yo. El segundo problema está, entonces, en que los latinos somos muy variados. ¿Qué implica ser realmente latina? ¿Cuáles son los rasgos que nos identifican? Creo que esta respuesta es complicada: Latinoamérica es una región del continente americano que se define como el conjunto de países donde tres lenguas romances -español, portugués y francés- son lenguas mayoritarias. Generalmente, esta definición incluye dieciocho naciones hispanoamericanas independientes (¡18!), la parte francófona de Canadá, Brasil, Haití, Puerto Rico y las posesiones francesas de ultramar en la cuenca del Caribe y en el Atlántico septentrional. El idioma largamente mayoritario es el español, seguido por el portugués y por el francés en tercera y lejana proporción. Por su amplitud, América Latina presenta una gran diversidad geográfica y biológica. Y esa es la clave de todo esto. Cuando decimos que cierta persona es “latina”, en realidad podemos estar diciendo muchas cosas. Solemos relacionarlo con cierto color de piel y con ciertos rasgos asociados a nuestro pasado precolombino. ¡Y es que claro! Cuando Cristóbal Colón llegó con su barquito a las costas de nuestro querido continente, se encontró con variados pueblos indígenas originarios, de gran riqueza cultural, e incluso, grandes civilizaciones, tan avanzadas que hacían pensar a unos pocos españoles que en realidad nadie necesitaba su ayuda ahí. España fue la potencia que mayor presencia colonial impuso en América. Y ahí comienza la historia que nos repiten una y otra vez mientras estamos en el colegio.

En definitiva, América Latina es una de las zonas del planeta con mayor diversidad étnica y ofrece una amalgama de pueblos cuya presencia y porcentaje varía dependiendo de los movimientos migratorios recibidos a lo largo de su historia. ¿Puede una muñeca diseñada para películas infantiles reflejar y soportar todo ese bagaje cultural? Claramente no. No podemos exigir una princesa Disney con características indígenas, criollas y afrodescendientes a la vez.

Es que simplemente no se puede.

Las críticas en torno al tema no son nuevas. Disney ha sido culpado de discriminación e incluso de racismo, por los estereotipos de belleza que intenta establecer a través de sus princesas. Ha intentado asimilar esos consejos, por ejemplo, creando la primera princesa afroamericana, Tiana. Y con Elena esperaba acercarse un poco. Está claro que no lo consiguió del todo, pero creo que no podemos olvidar que son princesas. De cuentos de hadas. De lugares increíbles que no existen, y que no podemos esperar que existan. Así que sí, la princesa Elena podría haber tenido rasgos más característicos de América del Sur, pero eso también habría dejado fuera a varias chicas. Y es que no se puede contentar a todos.

La vicepresidente de Disney Junior, Nancy Kater, rompió el silencio diciendo que ninguno de sus personajes estaba diseñado para representar culturas de la vida real. Lo cual es un poco extraño, si pensamos en Pocahontas y su inconfundible estilo “indígena-americano”. Pero lo cierto es que ni Blancanieves, ni la Sirenita, ni Cenicienta ni Aurora corresponden con precisión a un grupo étnico específico, aunque su blanca tez nos hable de un origen caucásico. Y así volvemos al asunto ese de la variedad… Creo que la solución para todo este complicado rollo es dejar de hablar de princesas latinas, afroamericanas y orientales, y comenzar a hablar de personajes animados, inspirados por múltiples culturas. Tranquilos, sé que suena aburrido, pero es lo políticamente correcto… 

Sea o no sea realmente latina, la princesa Elena es la figura que más cerca ha estado de representar a la comunidad latinoamericana. Y más allá de su color de piel, su vestimenta y su apariencia global, podemos estar orgullosos de que sea, según la describen sus creadores, una de las princesas más inteligentes y audaces de la cantera Disney.

martes, 3 de noviembre de 2015

Caminante, no hay camino...

Hoy escuchamos la canción que Joan Manuel Serrat dedicó al poeta Antonio Machado... Caminante, no hay camino.



Todo pasa y todo queda
Pero lo nuestro es pasar
Pasar haciendo caminos
Caminos sobre la mar

Nunca perseguí la gloria
Ni dejar en la memoria
De los hombres mi canción
Yo amo los mundos sutiles
Ingrávidos y gentiles
Como pompas de jabón

Me gusta verlos pintarse de sol y grana
Volar bajo el cielo azul
Temblar súbitamente y quebrarse
Nunca perseguí la gloria
Caminante son tus huellas el camino y nada más
Caminante, no hay camino se hace camino al andar

Al andar se hace camino
Y al volver la vista atrás
Se ve la senda que nunca
Se ha de volver a pisar
Caminante no hay camino sino estelas en la mar

Hace algún tiempo en ese lugar
Donde hoy los bosques se visten de espinos
Se oyó la voz de un poeta gritar
Caminante no hay camino, se hace camino al andar

Golpe a golpe, verso a verso
Murió el poeta lejos del hogar
Le cubre el polvo de un país vecino
Al alejarse, le vieron llorar
"Caminante, no hay camino, se hace camino al andar"

Golpe a golpe, verso a verso
Cuando el jilguero no puede cantar
Cuando el poeta es un peregrino
Cuando de nada nos sirve rezar
Caminante no hay camino, se hace camino al andar

Golpe a golpe, verso a verso...

lunes, 2 de noviembre de 2015

Lo mejor para la autoestima

¡Buenos días!
Empezamos la semana aprendiendo las formas reflexivas del imperativo para mejorar la autoestima. ¡Quiérete!
Recuerda: en español el pronombre se une directamente al verbo, sin guión. La separación que ves en la postal es solo para hacer un juego de palabras... ;-)